martes, 31 de marzo de 2009

La ciudad de la furia

Sábado 28 de marzo

De Montañita viajamos otra vez a Guayaquil y de ahí tomamos un bus nocturno a Quito. Viajamos muy mal: a Flor le tocó conciliar el sueño al lado del tacho de basura que no dejó de caerse todo el tiempo, nos bajó la gendarmería a controlar en la mitad de la noche, pasaron a todo volumen la película de Francella "Papá se volvió loco" (Flor dice: Vani, aunque no llegué a llorar, te entendí muy bien en el viaje a Jipijapa). Cuestión que llegamos muy cansadas. Por suerte nos esperaba Grace en su casa, qué bueno un rico desayuno!. Luego de una grata charla con la linda de Grace, nos dispusimos a recorrer Quito.
Para no perder el entrenamiento, encaramos varias cuadras en subida -es que Quito está entre dos cadenas montañosas al este y al oeste, mucho desnivel- hasta el museo Guayasamín. Estaba cerrado #°*#$&°*#"!&%. Entonces, tomamos un trole repleto hasta el centro histórico (declarado patrimonio histórico de la humanidad). A pesar de que el lugar se veía muy lindo, no logramos pegar buena onda. Así que, para salirnos del centro y de la gente, decidimos viajar a Disneylandia: trole azul, trole verde y bus y llegamos a la Ciudad de la Mitad del Mundo. El nombre es mucho más glamoroso de lo que es el lugar en sí, por supuesto, pero nos divertimos sacando la foto en la rayita que separa el mundo en dos hemisferios. Lo mejor, de todas formas, fue ver algunas obras de Oswaldo Guayasamín que había en exposición, y el 4 a 0 del Diego.


Volvimos a nuestro hogar provisorio, charlamos un ratito con Grace y a dormir. Todas estábamos destruidas, nosotras por el viaje y Grace porque estaba a full con actividades de la campaña política del partido en que milita. En abril hay elecciones en Ecuador (Flor dice: "aguante Rafael").


Con Grace y Pedro, vestidos para la campaña

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